Hace unos días llamaron a mi puerta una pareja de señoras o señoritas (No las pregunté), inquiriéndome la lectura de una biblia y unos libretos en los que de describe y pormenoriza la verdad de las verdades como la única verdad, la verdad con mayúsculas de las creencias.
No es la primera vez que me asaltan bien por la calle o en mi domicilio, molestándome con sus sugerencias o consejos, consejos que yo no he pedido y por tanto inmiscuyéndose en mi intimidad.
Nunca me ha gustado esa intrusión, pero jamás actué con desaire, ni contesté maleducadamente, no es mi estilo. Siempre procedí con indiferencia pero sin incomodar.
Pero hoy me ha dado por reflexionar y quiero contestar lanzando al aire una reflexión, a la vez que una crítica, pues ayer mismo llegó a mi correo un mensaje interrogándome por mi fe y a todas luces llamándome “detestado” si no continuaba la cadena para auspiciar sus creencias y comparándolas con las cadenas que circulan de chistes o mensajes de todo tipo me llamaban “cobarde” por si tiraba el mensaje a la papelera.
Sin meterme para nada con las creencias de cada uno, que son muy libres y respetando en todo momento a cada cual, creyente o no de cualquier confesión, haré varias disquisiciones.
En un estado aconfesional como el nuestro tienen cabida cualquier tipo de pensamientos y cada cual es libre de elegir su camino, según su modo de pensar y de sentir. Es por eso que entiendo que meterse en la intimidad de cada uno, enviando mensajes de la doctrina a la que eres afín, es traspasar las reglas de la confianza e intentar imponer como única fe, la que para otros no lo es. Por tanto no comparéis por favor este tipo de mensajes con los chistes, que sólo tratan de hacer sonreír a quien le apetezca.
Por otro lado, estoy de acuerdo en la hipocresía que tienen algunos de los que se llaman creyentes (y fíjate que no digo católicos apostólicos y romanos) que se ven en las iglesias, mezquitas, templos cualquier sala de reunión religiosa de nuestro país, que a lo único que van es a que se les vea.
Yo soy de la opinión que cada religión, repito, todas y cada una de las religiones que existen, se estudien en sus respectivas catequesis y se abastezcan financieramente sólo de cada uno de sus feligreses, (mediante una cuota mensual o una aportación por asistir a las celebraciones), y no en los colegios públicos pagados con las aportaciones de todos los españoles aunque sean de cualquier otro pensamiento, pues es muy fácil decir que se es de tal o cual religión cuando no te cuesta nada y digo nada, ni siquiera económicamente.
No me parece graciosa ninguna de las comparaciones que se hacen con la Biblia, empezando porque dan por hecho que ésta, es la verdad absoluta y haré ciertos apuntes para que se mediten.
Teniendo en cuenta que todos los escritos llegados a nuestros días son traducciones de traducciones, con sus respectivas interpretaciones ¿cómo se puede asegurar tal cosa?
Teniendo en cuenta que la Biblia es parte resumida e interpretada de aquellos escritos, en los que no figuran otros evangelios más los que dirigentes de la iglesia apostólica han decidido que estén ¿cómo se puede asegurar tal cosa?
Teniendo en cuenta que el primer evangelio data de 70 años después de la muerte de Jesús y que ha sufrido indeterminadas traducciones hasta nuestros días ¿cómo se puede asegurar tal cosa?
Si no se ha leído los evangelios apócrifos ¿cómo se puede asegurar tal cosa?
Si no se ha leído el Corán ¿cómo se puede asegurar tal cosa?
Si no se ha leído el Talmud, la Torá, la Cábala, el libro de Oseas y tantos otros ¿cómo se puede asegurar tal cosa?
Teniendo en cuenta que el Pentateuco es parte de la Torá y de la Biblia ¿cómo se puede asegurar tal cosa?
Si no se ha leído las discrepancias Ortodoxas (Trinitarias) ¿cómo se puede asegurar tal cosa?
Si no se ha leído las discrepancias Protestantes y sus praxis ¿cómo se puede asegurar tal cosa?
Si no se ha leído los documentos del Brahmán o Hinduistas ¿cómo se puede asegurar tal cosa?
Si no se ha leído las praxis Budistas ¿cómo se puede asegurar tal cosa?
Fíjate, no me quiero extender enumerando cada uno de tantos y tantos documentos, tanto o más antiguos, de los que han surgido creencias y fes y cada una por un lado, ¿cuál es la verdadera?
Sin contar a las personas entre las que me encuentro, que opinamos que cada uno de estos y esos escritos no son más que mera literatura de mentes tan privilegiadas como la de cualquier novelista actual que relataron actos contemporáneos de personajes vigentes en sus tiempos y que por el transcurso de los años y de las traducciones han llegado a ser para unos y otros leyes omnipotentes y por tanto no somos creyentes de ninguna de las religiones actuales y además opinamos que la mejor religión es la Ética del buen convivir y del respeto a los demás.
Si además tenemos en cuenta que la intimidad de cada uno es infranqueable, ¿cómo se puede permitir el desparpajo de inmiscuirme en esa intimidad?.
Ya sé que muchos, muchísimos no opinarán como yo, pero me pregunto ¿mi opinión no es licita?
©Carpin - 29 / 06 / 2011