Hoy me levanté cuentista y un cuento les voy a referir que espero les haga gracia en los tiempos que transitamos, si no, opinen ustedes y mediten si gracia no tiene el despilfarro descomunal que este Concejo hace con los dineros del personal.
La historia se remonta al año 2006 cuando es esa época regentaba el municipio una coalición de PSOE e IU y por decisión mayoritaria decidieron ornamentar entre otros rincones la glorieta que da entrada el municipio para que le diera imagen y seña de la actualidad.
Después de los diferentes trámites, decidieron contratar e implantar un proyecto que representaba la unión entre la industria del pueblo, referida al Polígono Juncaril y la vivencia de la villa.
El proyecto se adjudica en su diseño y ornamentación al escultor César Molina Mejías “Culata”. Nacido el 16-1-1976 en Churriana de la Vega (Granada), comienza su andadura artística en el año 1998. A pesar de su juventud, este escultor con más de 20 años de interpretación, reconocido nacional e internacionalmente por sus obras, ya expuestas en infinidad de lugares públicos, como ornamentos y mobiliario urbano o en exposiciones sumamente reconocidas por todos los que de arte entienden.
De formación autodidacta, su estilo es claro y conciso en la interpretación de lo que esculpe, con el objetivo de interpretar la realidad de una manera lúdica y creativa, sin olvidar la influencia de lo social en cada una de sus creaciones. En sus obras utiliza el metal como materia prima y se suministra fundamentalmente en la recuperación y reciclaje de materiales metálicos y diferentes piezas mecánicas, aunque también resinas, hormigón y cristal.
Participa y ha participado en numerosas muestras, haciendo su currículo dilatado y aplaudido por los que de arte entienden.
La obra ya pespunteada se planta en el año 2007 al lado de su ubicación definitiva. Se denomina PRINCIPIO DE INCERTIDUMBRE.
El costo del proyecto definitivo supera los setenta mil €, pagados por el Cabildo y la participación de alguna empresa privada.
La idea de esta obra es la interpretación de la duda, entre otras: de dónde empieza y termina la vida laboriosa del polígono industrial y la vida placentera de la villa y una vez terminada y rematada en su ubicación tenía que ser transitable por su interior.
Pero hete aquí que llegan nuevas elecciones y al Consistorio se encumbra un señorito del P.P. que erigiéndose en señor de la creatividad y crítico omnipotente de sabiduría artística, decide que la mencionada obra no le gusta y por decisión poco menos que discutible, se permite el lujo de montar otro proyecto para la mencionada rotonda en la que hace construir una réplica del Torreón nazarí (torre vigía) monumento de este señorío y condado.
Esto puede ser como ya he dicho discutible o no, pero lo que a continuación acontece es la decisión de tirar a la chatarra esta obra y sin contar con el autor D. Cesar Molina Megías. (Esperemos que el mencionado escultor no denuncie a este pueblo, sino que lo haga personalmente con nombre y apellidos y solicite los daños y perjuicios oportunos).
¡Más de setenta mil euros tirados a la chatarra! ¡Que están los tiempos para tirar! y más con la deuda que tiene este pueblo tiene y existiendo por otra parte la posibilidad de reubicar la escultura en otro entorno que poder ornamentar de esta misma localidad.
Por favor, opinen ustedes si esto no es un despilfarro, disparate, dislate, necedad, atrocidad, incoherencia, aberración,… y miles de adjetivos similares, tirar el dinero del contribuyente como si sobrara.
Por favor, díganme ustedes si no es una osadía, temeridad, insolencia, desfachatez, aberración, absurdo, obstinación,… y miles de adjetivos similares, erigirse en gran crítico artístico y decapitar una obra escultórica.
©Carpin 19-08-2011
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