Hola hermosa dama, a ti me presento, reprimiendo mi timidez, lleno de ilusión y sacando fuerzas de flaqueza, para decirte lo que siento por la maravillosa impresión que he tenido al verte desde lejos.
Me llamo como tú quieras, soy lo que prefieras y deseo darte lo que más necesites, lo que tú me pidas y mucho más al verte ahora de cerca, pues has llenado mi corazón de la esperanza que tenia perdida.
Solo con tu imagen de divina diosa has reconfortado mi autoestima, solo con tu presencia has alegrado mi alma, solo con tu mirada has revolucionado todo mi ser.
Esa mirada tuya que me ha dado esperanza de poder estar contigo, esa mirada que me proporciona la ilusión de poder conocerte íntimamente de saborear tu dulzura, de acariciar tu elegancia, de compartir tiempos de amor.
Y qué decir de tu sonrisa, esa sonrisa abierta de labios carnosos y blancura radiante, esa sonrisa sincera con gesto de estima e interés, esa sonrisa que llena mi pecho de ensueño y algarabía.
Hola hermosa dama a ti me presento y espero ser tu rincón, tu aliento, tu alegría, tu amor más enamorado, tu confidente y tu seductor.
Espero que juntos recorramos el camino de la vida sin torturas, ni tropiezos, hasta llegar a la meta y alcanzar el premio final de la felicidad mantenida, de la complicidad absoluta, de la confianza sin límite, del amor por los tiempos de los tiempos.
Hola hermosa dama a ti me presento sin saber tu nombre y quiero conocerte, saber más de ti, pues te sueño cada noche con poderte yo tener y te añoro cada día por no poderte ver.
©Carpin - 26 / 05 / 2011
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