Reina de mi pasión,
emperatriz de mi corazón,
veneno de mi aliento,
diosa de mi ilusión.
Dame tu boca amor,
encendida la luz de tu ardor.
Envuélveme en tu olor
para deleitarnos los dos.
Querubín de mi sueño,
lucero de mi vereda,
pócima de mi alma,
musa de mi deseo.
Rodéame con tus brazos,
arrúllame con tus ánimos,
haz de tu cuerpo y el mío,
uno solo, en sacra unión.
Droga de mi alucinación,
elixir de mi meditación,
bálsamo de mi desazón,
ambrosía de mi anhelo.
Cíñeme en tu lujuria
hasta alcanzar el frenesí
y juntos ambos a dos
llegar al éxtasis de nuestro amor.
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