No tengáis en cuenta el cuento que os voy a contar, pues no es una mentira, pero no es una verdad. Después de este preámbulo para las cosas aclarar, sin más dilación ni espera ya comienzo a relatar. |
Una niña pequeña había, en Valladolid nacida caprichosa, presumida y de todo sin medida. Todo se le antojaba, con nada se conformaba, con el mundo ella reñía y siempre estaba enfadada. |
La niña a quien me refiero quería a su mamá, mas nunca lo demostraba, siempre la hacía enfadar, pues traviesa ella era, de todo se rebotaba, a nada obedecía y muchas veces la hizo llorar |
Nombre de río tenía que discurría por una región, sus aguas, visto no había, pero por ver tenía ilusión. Por Rioja el río transcurría y en el Ebro terminaba, por lo que sus aguas revoltosas al Mediterráneo llegaban. |
Pequeño el río era, como la niña en cuestión, no obstante sus aguas relucían con fuerza y pasión. Como la niña, rebelde era, de aguas rápidas con tesón pero al final de su cauce todo era moderación. |
Un día por Septiembre interna ella se fue a un colegio de Salamanca donde la educaban bien. Enseguida amigas hizo de Guinea y Aranjuez y al escondite jugaba, a la tanga y ajedrez. |
Los fines de semana su madre la iba a ver otros, cuando tiempo había, a buscarla iban también, para a casa a ella traerla y a su abuela pudiera querer y así el fin de semana pasaba para al colegio el lunes volver. |
El tiempo la llegó de hacer la Primera Comunión. Todo el mundo de regalos la llenaba con alegría y emoción, mas cada uno al cielo rogaba, una sola petición que su mal genio ella frenara y le entrara la razón. |
Un vestido su mamá le compró y muy guapa la niña estaba. Llena de intranquilidad ante el altar de rodillas ella se postró, y cuando la Comunión tomaba, cuando ya comulgando estaba una luz brillante que por la ventana entraba, su cabeza alumbró. |
la niña comprendió que el momento llegado había, solemnemente prometió ser buena y que a todos contentaría. Desde aquel momento todos sabían que la tranquilidad reinaría, pues todo era bondad y dulce cada vez más se hacía. |
Aquella niña ya grande, se convirtió en un bombón, generosa y amable se hizo y era todo corazón alta y hermosa crecía como una bendición y la diablesa que fue, ángel se hizo desde la transformación. |
©Carpin - 14 / 11/ 2011
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