¡Qué mundo más inaudito!,
unos tan pobres y otros tan ricos.
Diferencias “abismales”, unos pocos tirándolo
y el resto, o sea, los demás necesitándolo.
Cuánto despilfarro sin necesidad,
cuánto hambre por parquedad,
cuántos se conforman con el mendrugo de pan,
que nosotros tiramos por falta de sensibilidad.
Cuántos mueren en la mar
intentando llegar a tierra prometida
donde no les dejamos entrar.
Qué necedad la de los pueblos
queriendo a la humanidad diferenciar.
Unos de primera categoría y el resto de regional.
Así se dividen los hombres
en este perro mundo tan brutal.
Y me pregunto yo
¿No nacemos todos desnudos?
¿No nacemos todos igual?
¿Qué pasa con las fronteras?
¿Son las diferencias de raza
las que nos hacen ser tal cual?
Necesito de inmediato una respuesta tener,
para aliviar mi espíritu de tanta y tanta dejadez.
Los que no entendemos de fronteras,
que todo el mundo nos es similar,
que no encontramos diferencias
nos sentimos desgraciados,
por estar obligados a diferenciar
lo que nos marca la sociedad
cuando la naturaleza indica
que todos tendríamos que estar en igualdad.
Ponemos el grito en el cielo
si un mal trabajo nos dan
y por supuesto no lo aceptamos
pues queremos mucho más
y no dejamos que otros
puedan saciar su necesidad
porque de fuera vienen
y no son de la misma tonalidad.
Y me pregunto yo
¿No nacemos todos desnudos?
¿No nacemos todos igual?
¿Qué pasa con las fronteras?
¿Son las diferencias de raza
las que nos hacen ser tal cual?
Necesito de inmediato una respuesta tener,
para aliviar mi espíritu de tanta y tanta dejadez.
Maldecimos a los dioses
por la tremenda invasión,
nos sentimos asaltados
por los que tiene necesidad
y con ultrajante desprecio
los imprecamos, humillamos
y los retornamos como animales
a sus lugares de “originalidad”.
Perro mundo este en el que vivimos,
en el que prima por encima el dinero
en lugar de la ética y honestidad.
Donde muy poco importan los demás,
donde prevalece el egoísmo de lo personal,
en vez del gran ideal de la universalidad.
Y los pobres que se olviden
de poder algún día mejorar.
Y me pregunto yo
¿No nacemos todos desnudos?
¿No nacemos todos igual?
¿Qué pasa con las fronteras?
¿Son las diferencias de raza
las que nos hacen ser tal cual?
Necesito de inmediato una respuesta tener,
para aliviar mi espíritu de tanta y tanta dejadez
©Carpin - 17 / 03/ 2009
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