Mi querida España, mi España amada, ¿dónde vamos a llegar? ¿Dónde queremos llegar?
Ahora que por circunstancias de la vida estoy medio obligado a realizar las compras cotidianas, me deslumbro de las conversaciones que en la pescadería o carnicería, incluso en la que menos tiempo estoy como es la panadería, oigo los cotilleos de nuestras queridas amas de casa.
Alucino y pienso que están hablando de sus familiares más próximos y de sus chismes.
Que si fulanito se ha liado con menganita, que si perantanita ha tenido un hijo con un mangurrianito que no es su marido, que si han visto desnuda a tal o cual en las playas donde cristo perdió el mechero, que si los hermanos, los de la casa, los triunfitos, o los isleños…
Señores, tengo que reconocer que poseo una incultura tremenda y como yo sin saber no puedo quedarme, me entretengo en atender y comprender lo que se habla y con mucha vergüenza incluso alguna vez pregunto de qué va el tema.
¡Ah! sorpresa, es que están hablando del último reportaje de “HOLA” o “SEMANA”, etc. o del último o anterior programa, cualquiera de tantos que hay por todas las televisiones de este país donde sólo se habla de las intimidades de los famosos, famosillos o famosotes.
Pero me sorprendo que de famosos nada, que no hablan de cualquier personaje importante (literatos, científicos, cineastas, artitas) por sus obras o acciones. Hablan de la silicona de la perantanitas en los morros, tetas o culos, de los polvos de tal con cual a escondidas o incluso en sus privacidades, de las desviaciones sexuales de cada tolondrino que aparece por cualquier esquina.
Hoy cualquier mindungui va a la tele y cobrando lo suyo por contar que tiene un lunar en el pijo o que se ha acostado a la vez con cualquiera de las o los pelandruscos que sólo hacen que vivir del cuento. Y los tí@s viven a tutiplen a cuenta de los españolitos que “vemos” esos programas o “leemos” esas revistas y se estima como profesionales a es@s periodistas que se dedican a tal cometido.
¿Cuándo se va a terminar esa morralla?, ¿así es como queremos España?, ¿No hay temas suficientemente importantes para hablar de ellos? o ¿es que los españolitos de a pie pasamos ya de todo? y sólo nos interesan cómo la tiene el perenganito, cuánta silicona se ha puesto la zutanita o cuántos pelos tienen las distinguiditas.
Resumiendo: Viendo esto, no me queda otro remedio que pensar que vivimos en un país que es una jojojoya.
©Carpin - 09 / 05/ 2011
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