Es de humanos errar y de inteligentes reconocer los errores, aunque se vuelva otra vez a tropezar en la misma piedra, que como es lógico y natural también es disposición clara de los humanos inteligentes.
Vista la situación de nuestro mundo durante estos tiempos y reconocidas las faltas de libertades que algun@s nos tratan de imponer o de las opiniones inquisitorias que a los mismos les convienen, sin respeto a las opiniones contrarias y con la mala educación del insulto o el griterío, digamos que entre los cuales me voy a incluir, aunque releyendo cada uno de mis escritos, (todos y cada uno guardados) y repasando en mi memoria todos mis diálogos, mis tertulias, etc., en ningún momento he insultado a nadie que no lo haya hecho primero él o ella conmigo y siempre con sarcasmo, sorna e ironía que es mi estilo.
Repito, es de humanos errar y de inteligentes aprender del error y como buen humano repetir el tropezón, pero pobre de mí, si hiciera caso de las críticas ajenas, que me acusan de intransigente, fanático u ofuscado. Apelativos lanzados al albedrío sin razones ni pruebas, sin conocerme, tratarme, leerme o simplemente escucharme, por que no hay peor ciego que el que no quiere ver o peor sordo que el que no sabe o quiere escuchar y cuando estas circunstancias se dan, lo mejor que uno puede hacer es olvidar o mandar al ostracismo de tus pensamientos a los “ciegos y sordos” que no lo son, para evitarte desasosiegos innecesarios.
¡Pobre de mí!, si a los falsos no escuchara y distinguirlos no lograra, a los que ven la paja de mi ojo y ni se inmutan por la viga que ellos llevan, a los que de espaldas te apuñalan y de frente bajan la mirada, a los que en público dicen blanco y en privado lo contrario, ¡Sí! ¡Pobre de mí! si en mi dilatada vida y con aún mayor dilatada experiencia, (por desgracia o por gracia), la ira no frenara y en energía transformara (tal como decía Gandhi). Él lo trasmutaba en energía para transformar el mundo y yo la transformo en mofa, sorna y/o ironía. ¡Qué pecado!, claro yo no le llego a Gandhi ni a las antípodas por debajo del suelo de sus suelas, ya sé que es una lástima, pero no soy un santo y lo reconozco, entre otras cosas por ser agnóstico convencido, por ser un liberal del sexo, por desear la libertad y la igualdad para todos, por querer quitar el hambre del mundo, por luchar contra las injusticias o las causas perdidas y por opinar libremente de lo que me apetezca, respetando como respeto las opiniones razonadas de los demás y no las elucubraciones de los locos farsantes que predican pero nunca con el ejemplo. ¡Qué pecado!, qué pecado es ser republicano federalista convencido aunque respete y respetaré la Constitución que el pueblo quiera y no obstante, sea de los que diga que España nunca ha sido UNA, GRANDE Y LIBRE, por mucha imaginación que tuviera el Franquísimo dictador, aunque sea de los que opine que una Constitución tiene que ser viva y adecuarse a los tiempos en los que se vive incluso adelantándose a ellos ¡Qué pecado!¡Pobre de mí! si de los que me odian, miedo tuviera sabiendo como sé, que de frente no se atrevieran ni a dirigirme la mirada.
Reitero, es de humanos errar y de inteligentes aprender del error y como buen humano repetir el tropezón y viendo que este planeta, al que me siento orgulloso de pertenecer retoma la razón de la libertad de expresión, de la liberalidad, de la fantasía, de la ilusión, de la guasa, incluso de la ironía ¡qué utopía! y que la juventud que hasta ahora parecía parada, está tomando conciencia y reclamando lo que todos tenemos que reclamar. Esta juventud que se ha soliviantado en paz, que a algunos les ha dado por llamar “movimiento 15M” incluso en plan despectivo, pero que ya a nivel mundial está calificándose como la “Revolución Española”, este que suscribe con todo el placer del mundo renueva su compromiso de participar aportando mi grano de arena en lo que la inspiración del momento me auxilie, lo que las gentes me aporten, incluso lo que los “mamoncetes” que pululan por estas sociedades me den pie.
¡Enhorabuena muchachos! por vuestro rumbo, por pedir la ausencia de corrupción, por vuestra demanda de democracia absoluta, por el cambio en la forma de elección, por el derecho social a la participación, por el cambio de la economía tal como está ahora, por la petición de libertades, por la exigencia de los derechos que cada cual tenemos, por un trabajo y un sueldo digno, por un techo bajo el que cobijarnos, por una sanidad pública total, por una educación libre, universal y pública, etc… gracias muchachos.
Viendo a quienes no les gusta que la brújula se dirija en la dirección que ellos no han prescrito ni preconizado, les suplico y espero que recapaciten y fríamente, en compañía de la almohada, unan su rumbo a favor de la humanidad aunque haya discrepancias de opiniones que es lo natural y todos juntos hombro con hombro, ideas con ideas y participación con participación saquemos a esta planeta de la negrura en la que está sumergida.
©Carpin - 22/ 05/ 2011
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